Si eres un apasionado de los libros, seguro que has oído hablar de las ediciones rústicas, en cartoné, en tapa dura… ¿Sabes lo que implica cada una? Es importante conocer estos términos, sobre todo cuando se compran libros a través de tiendas online, pues con solo leer la ficha del libro podremos saber en qué tipo de encuadernación se ha fabricado y, por lo tanto, si es una edición con tapa dura, en tapa blanda, etc.
Para ello, a continuación, compartimos contigo los tipos de encuadernación editorial más comunes e importantes.
Es un tipo de encuadernación de libros bastante común, aunque no es el método más extendido porque su precio es más elevado que el de la tapa blanda. Los libros de tapa dura o en cartoné suelen ser ediciones bastante apreciadas y, como su propio nombre indican, tienen una cubierta dura que puede impresa con la portada, o llevar una sobrecubierta con las imágenes de la portada, el lomo y la contraportada. Este tipo de encuadernación también recibe el nombre de encuadernación en cartoné.
Es sinónimo de encuadernación en tapa dura. Por la influencia del inglés, también se puede encontrar en algunos sitios como encuadernación hardcover.
Este tipo de encuadernación para libros es el más común porque, además, es el método más económico que se puede encontrar hoy en día. En la edición en tapa blanda, la cubierta del libro está fabricada con papel de mayor gramaje que las hojas interiores pero es, al fin y al cabo, papel, por lo que se suele deteriorar con mucha más facilidad que la tapa dura. La encuadernación en tapa blanda puede llevar o no solapas. (¿Sabes lo que son las solapas? Aquí tienes un artículo con las distintas partes de un libro)
Es sinónimo de la encuadernación en tapa blanda. Algunas personas buscan en Internet encuadernación rústica con solapas y nos gustaría destacar que la edición rústica con solapas suele ser más resistente que la rústica a secas, pues los bordes de la portada terminan en el borde del libro, sino en su interior, y por lo tanto la cubierta es mucho más resistente al manoseo habitual de la lectura.
Muchas personas buscan este término en Google, y lo vamos a destacar aquí por ello, pero lo cierto es que la encuadernación fresada no hace referencia a la cubierta que tiene el libro, sino al método de unión de hojas. Los libros fresados llevan las hojas pegadas (o encoladas) en lugar de cosidas.
Por lo tanto, en el mundo editorial triunfan dos tipos de encuadernación: por un lado, la rústica o de tapa blanda, y por otro la encuadernación en tapa dura o cartoné. Ambos son los métodos más comunes hoy en día en el mundo editorial. Y, una vez las conoces, es interesante que descubras cómo las hojas del libro se unen entre sí para conformar el ejemplar completo y acabar unidas por el lomo a la cubierta.
Para la encuadernación de libros, hoy en día se suele coser las páginas o encolarlas. El primer método, el de páginas cosidas, funciona con cuadernillos (pliegos de hojas) que se cosen entre sí hasta conformar el lomo. Por su parte, la encuadernación encolada funciona con hojas sueltas que se pegan juntas para crear la estructura del libro (o taco). La encuadernación colada también recibe el nombre de encuadernación fresada (o encuadernación rústica fresada) y es habitual en libros de bolsillos
Además, si eres escritor tal vez te interese saber a qué se refieren exactamente los premios literarios cuando solicitan el manuscrito encuadernado. No, no es necesario que te pongas a coser tu propio libro en casa, ni que lo lleves a una imprenta. Los manuscritos que se van a presentar a editoriales se pueden encuadernar como otros muchos documentos: mediante encuadernación de anillas o gusanillo. De hecho, en nuestra sección de regalos para escritores y lectores contamos con una sección de encuadernadoras domésticas que quizá te interese ver.