¿Te gustan las historias de terror? Entonces tienes que colar entre tus lecturas pendientes la novela La tierra del odio, obra del escritor y divulgador Ricardo Hernández.
Con una trama repartida en tres épocas, esta novela de terror te permitirá conocer a varias generaciones de españoles que heredan su odio desde finales del SXIX hasta la década de los 90. Las pasiones humanas más oscuras se van entretejiendo en esta historia ambientada en un pueblo maldito por los horribles actos de sus antiguos habitantes. El odio es aquí no solo una emoción, sino una energía real que no tiene límites ni fronteras.
Último cuarto del siglo XIX, en un humilde pueblo de la España rural, una serie de desgraciados acontecimientos provocan la siembra de la peor de las semillas que albergan las más bajas pasiones humanas. Un profundo odio se concentra en una fuerza vital que trasciende el paso del tiempo, avasallando a su paso a todo ser que se atreve a habitar un lugar que quedó irreversiblemente maldito.
La más tenebrosa y violenta de las infestaciones, inalterable al paso del tiempo, afecta de forma inexorable a todo aquel que ose asentarse en una tierra dominada por la más terrible de las perversiones.
Un terrorífico viaje hacia una oscuridad impenetrable que amenaza tu propio hogar, contra la que tal vez no exista fuerza humana capaz de enfrentarse.
Ricardo Hernández, con su obra “La tierra del odio”, nos ofrece un estudio fascinante sobre las fuerzas invisibles que modelan tanto los lugares como las personas. A través de una narrativa compleja, el autor entrelaza tres periodos históricos para mostrar cómo el odio y el rencor pueden convertirse en energías que trascienden el tiempo y el espacio.
La novela se sitúa en un pequeño pueblo de la España rural, donde una casa aparentemente común se transforma en el epicentro de fenómenos sobrenaturales que desafían la lógica. Lo interesante aquí no es tanto el "qué" sucede, sino el "por qué". El autor nos presenta un concepto innovador: las emociones humanas más oscuras pueden generar una especie de energía maligna, capaz de afectar no solo a los habitantes de la casa, sino también al lugar en sí.
Hernández se distancia del terror convencional al plantear que no son los fantasmas los que provocan el mal, sino que son las propias pasiones humanas las que lo hacen. El odio es un personaje más en esta novela, y su influencia se extiende a lo largo de generaciones, afectando a diferentes personajes y épocas.
El autor, que desde 1981 es divulgador de misterio e investigación paranormal en programas de radio y podcasting, ha participado en proyectos tan emblemáticos como “La otra frontera”, Transilvania” o “Fila 9”.
A nivel estilístico, “La tierra del odio” es una obra rica en detalles históricos y psicológicos. El autor nos invita a reflexionar sobre cómo la percepción de lo sobrenatural ha cambiado a lo largo de los años, y cómo los prejuicios y miedos de la España de antaño siguen afectando a la sociedad actual. Para quienes buscan una lectura profunda y filosófica dentro del género de terror, esta obra es una elección más que acertada.