Si eres una persona creativa que hace uso de su imaginación ya sea escribiendo novelas, componiendo música o inventando un cachivache que solucionará todos nuestros problemas en un futuro cercano, quizá hayas vivido ese aterrador momento de la temida página en blanco.
¿Qué es la hoja en blanco? Un bloqueo creativo que te impide hacer uso de tu imaginación y crear textos, dibujos o canciones.
¿Por qué el bloqueo creativo se compara con una hoja en blanco? Pues para los escritores está claro, pues nuestras herramientas de trabajo incluyen papel y boli (o documento de Word y teclado), pero lo cierto es que la pagina blanco también es literal en otros ámbitos, pues toda buena idea empieza en un boceto o un caótico esquema en un cuadernillo.
Y la página en blanco puede ser un momento fascinante: todo un mundo de posibilidades; pero también aterrador, cuando no está seguro de cómo rellenar esa hoja y darle forma.
A qué se deben los bloqueos de la creatividad
Los bloqueos creativos pueden tener su raíz en aspectos muy diferentes de tu vida. Algunos de los más habituales son:
- Tienes mucha presión. Cuando una pasión/hobbie se transforma en trabajo y empiezas a vivir de ello, es frecuente que los artistas se bloqueen. Ya no es divertido, sino una obligación, y esto frena muchísimo la inspiración. Para aliviar esta situación, lo ideal es diversificar ingresos (que no todo dependa de tu arte) o mantener un trabajo nutricional (aunque sea a media jornada). Así, es habitual que los escritores también impartan cursos y ponencias para que no toda su economía dependa de cómo de bien o mal funcione su próximo libro.
- Estás saturado. Ser altamente productivos está de moda y a veces nos quemamos (síndrome del quemado). No nos concedemos ni un momento de descanso porque eso es de vagos, hay que trabajar y sacar productos, hacer nuevos vídeos para redes, una nueva novela cada tres meses si eres autopublicado… A veces es recomendable parar y descansar. Hacer otra cosa (si eres escritor, cambiar de temática u optar por historias cortas en lugar de largas) o directamente tomarte unas vacaciones (desconectar por completo del trabajo, ordenadores, redes sociales, etc.)
- Tienes expectativas muy altas. Es habitual que los artistas se pongan el listón muy alto. Siempre quieren mejorar, superar su obra anterior, gustar a más gente, llegar a más audiencia… Esto supone una presión enorme que bloquea nuestro trabajo, pues no creamos lo que nos gusta, sino que intentamos crear lo que le gustará a la gente. Superarnos en cada trabajo es genial y debemos luchar por ello, pero no hasta el punto de bloquearnos. Eres una persona creativa, disfruta de tu creatividad y dale rienda suelta. No la fuerces poniéndole escaleras imposibles. Tu voz es única, solo tú puedes plasmar sobre la hoja en blanco lo que tienes en mente. Deja que fluya tu creatividad y verás cómo poco a poco, de forma natural y no forzada, vas ascendiendo y mejorando en tu trabajo.
- Te comparas con los demás. No hay cosa peor que compararse con los demás, porque casi siempre salimos perdiendo. Y no por que seamos peor que los demás en todo, sino porque es habitual que pongamos el foco en las cosas donde los demás nos ganan: Fulanito escribe mejor que yo, Menganito publica más veces, Zutanito tiene más alcance, Perenganita sabe hablar mejor en público. Poner a los demás en un pedestal hace que parezca imposible alcanzarles y lo cierto es que esas personas a las que tú admiras también tienen sus inseguridades y dedican mucho tiempo a su trabajo. Haz tú lo mismo: aprende técnicas de escritura leyendo a Fulanito, estudia qué, cómo y cuándo publica Menganito, ¿cómo hace Zutanito para tener tanta audiencia?, practica para hablar como Perenganita. Personalmente, os diré que en ocasiones he pensado que nunca voy a escribir tan bien como la autora X, que vende millones de libros, y después al leer sus libros he pensado “pues tampoco es nada del otro mundo”. Su éxito no se debe a que sea mil veces mejor escritora que yo, sino a una mezcla de escritura, temática y, sobre todo, marketing. Aterrizar a las personas que admiramos, analizar por qué triunfan y a qué se debe su éxito, en lugar de simplemente compararnos con ellas, puede ser una actividad muy reveladora.
- Tu vida está desequilibrada. Esto suena un poco raro, pero lo cierto es que para ser creativos, debemos estar bien emocionalmente (o justo lo contrario, pues hay gente que crea desde el dolor). La rueda de la vida es una herramienta visual de coaching personal que sirve para saber cómo de satisfechos estamos con nuestra vida y si existen desequilibrios. ¿Qué ámbitos cubre esta rueda? Profesión, familia, amor, dinero, salud, amigos, ocio y desarrollo personal. Un desequilibrio en alguna de estas áreas, puede bloquearte: acabas de romper con tu pareja, muere un ser querido, tu último trabajo no funcionó y te sientes un impostor, estás ganando poco dinero… La rueda no debe ser perfecta, pero sí estar más o menos equilibrada para poder desarrollar todo nuestro potencial.
- Crees en la musa. Todos necesitamos una chispa de inspiración para empezar un proyecto, pero una vez has tenido la idea, no necesitas estar inspirado todos los días, solo motivado. Sentarte a trabajar todos los días, estés o no inspirado, significa crear una rutina que te ayudará a trabajar incluso con bloqueo creativo. Guarda un documento con ideas que hayas tenido y revísalo cuando te bloquees. Como decía Picasso, “si llegan las musas, que te pillen trabajando”.
- Tienes que tomarte un descanso. Los bloqueos creativos pueden ocurrir sin más, e igual que vienen, se van. Acepta que todos necesitamos descansar y no les des mayor importancia a los bloqueos creativos cortos. Acéptalos como parte de tu trabajo y, durante unos días, permítete descansar.
Cómo superar bloqueo creativo
La gran pregunta es: bloqueos creativos, como superarlos. A continuación, te proponemos algunas acciones que pueden ayudarte a superar la paginaenblanco.
- Descansa y relájate. Y no nos referimos con esto a que te acuestes a dormir (que también), sino a que te tomes unos días de descanso sin pensar en ese proyecto en el que no avanzas. El estrés y la presión son grandes enemigos de la imaginación y la creatividad, por lo que es habitual que cuantas más ganas o necesidad tengas de escribir, menos colabore tu mente. Tómate unos días (o meses) sin sentirte culpable. Piensa en que estás dejando tu tierra en barbecho y el próximo año estará fértil y preparada para sembrar un millón de proyectos.
- Crea para ti, sin pensar en los demás y sin miedo al fracaso. En ocasiones, los bloqueos de la creatividad se producen por las altas expectativas que tenemos de nosotros mismos. Queremos estar a la altura de nuestra última obra o queremos que nuestra nueva creación maraville y enamore a todo el mundo. La presión que conllevan las expectativas puede llevar a la página en blanco, por lo que suele recomendarse que quienes sufren de un bloqueo creativo escriban/pinten/creen para ellos y no para los demás. Escribe lo que se te ocurra pensando que es para ti y jamás verá la luz. No tiene que estar perfecto, solo hecho. Lo más probable es que, cuando lo revises unos días después, te guste lo que has creado. O tal vez no, y borres lo que has hecho, pero habrás vuelto a poner en marcha tu imaginación, rompiendo algunas de las ataduras que las expectativas y el perfeccionismo nos provocan.
- Pasa a otro proyecto. En ocasiones nos obsesionamos con sacar adelante un trabajo en el que estamos bloqueados y esto puede ser un grave error. Prueba a dejar pasar unos días, a darle otro enfoque… y si nada funciona, pasa a otra cosa sin remordimientos. En un futuro podrás volver (o no) sobre este trabajo, ahora lo importante es que salgas de este bloqueo creativo y lo ideal es buscar un nuevo proyecto que te llene de ilusión.
- Relaciónate con gente inspiradora de tu sector. También vale gente inspiradora en general, pero si puedes hablar y charlar con personas que se dediquen a lo mismo que tú, mejor que mejor. La pasión se contagia, y oír a compañeros hablando sobre su proceso creativo, las ganas que tienen de escribir o lo apasionante que es publicar, puede venirte muy bien. No caigas en la trampa de compararte (ellos escriben mucho y tú no; ellos venden y tú no…) solo disfruta de su pasión, comparte tus penas y frustraciones con personas que pueden entenderte y recarga las pilas.
- Documéntate sobre lo que estás trabajando. Si estás escribiendo una historia ambientada en las Highlands, si estás dibujando arte abstracto o si tienes que componer una canción con un toque de los años 80, no dudes en sumergirte en libros, cuadros o música de esos ámbitos. Hay quien compara la imaginación con un pozo que hay que ir llenando continuamente para que no se seque. En un momento de bloqueo, volver a las cosas que nos inspiran, ver películas relacionadas o revisar las obras de los grandes maestros puede ser de gran utilidad.
- Fuérzate a trabajar. Este truco para superar la página en blanco parece que va en contra de todos los demás, que te animan a darte tiempo, pero lo cierto es que muchas veces procrastinamos sin parar. Si no te sientes inspirado, no le des más importancia y siéntate a trabajar. Escribe lo que se te ocurra, pinta al azar, es posible que la inspiración surja una vez hayas roto esa reticencia a ponerte en marcha. De hecho, ¿conoces la técnica de los cinco minutos? Cuando no quieras hacer algo (ponerte a escribir porque no estás inspirado), dite a ti mismo que vas a hacerlo solo durante cinco minutos y después pararás. Cinco minutos es un espacio temporal tan pequeño que al cerebro le da menos pereza aceptar. Una vez hayas empezado y roto esa barrera de resistencia, es muy posible que quieras seguir trabajando porque ya has entrado en modo trabajo.
Como ves, tanto los motivos como las soluciones para el bloqueo creativo son múltiples y variadas. Analiza tu situación concreta para descubrir por qué estás bloqueado y, según tus motivos para sufrir la página en blanco, ponte manos a la obra probando algunas de las distintas soluciones que te hemos propuesto para romper el bloqueo creador. Pero, sobre todo, ¡no te preocupes! El bloqueo no va a durar para siempre y no has dejado de ser una persona creativa.
¡Todo volverá, ya verás!