Escribir a mano se ha convertido en algo casi excepcional. Antes, los novios se escribían bonitas cartas de amor, en Navidad se enviaban postales deseándoles felices fiestas a la familia y a los amigos, los autores escribían con plumas… Ahora, los ordenadores y móviles son capaces de dar respuesta a casi todas nuestras necesidades de escritura: la lista de la compra se la dictamos a Siri (o a Google, o a Alexa, o a… ¿qué espía tecnológico tienes tú en casa?), podemos enviar emails desde nuestro smartphone y prácticamente los únicos que escriben son los estudiantes que deben tomar apuntes en clase, ¡y ahora en la universidad incluso lo hacen con el ordenador!
En una época tan digitalizada como la que nos ha tocado vivir, escribir con plumas estilográficas se convierte en una seña de identidad, en una reivindicación silenciosa por el buen gusto, en un modo de disfrutar del placer de escribir como herramienta de expresión. Y sí, hemos dicho hacerlo con plumas y no con bolígrafos porque estos dos utensilios de escritura, aunque valen para lo mismo, son muy diferentes entre sí por cómo, cuándo y quiénes los usan.
Las plumas fuente son más delicadas que cualquier bolígrafo que se pueda comprar, incluso los más caros. A mucha gente no les gustan porque han probado a escribir con ellas y no han conseguido hacerlo con fluidez, y es que cada modelo de estilográfica es único y hay que saber encontrarle el punto para que la tinta salga bien y el trazo sea fluido. Por ello, estas herramientas de escritura son más difíciles de ver en nuestro día a día y cuando las vemos suele ser manos de gente importante que las usan en momentos especiales. Por ejemplo, muchos presidentes, embajadores y directivos tienen una pluma reservada para rubricar sus acuerdos más importantes, y es que… ¿te imaginas al presidente de los Estados Unidos firmando una ley con un bolígrafo BIC? Un momento tan solemne debe ir acompañado de un set de escritura acorde.
Aunque sin duda, a la pregunta de por qué escribir con pluma estilográfica, la mejor respuesta que se le puede dar es porque sí. Porque te gusta hacer las cosas bien y con calma, sentir el trazo del plumín sobre el papel, notar el peso de la pluma y equilibrarla antes de ponerte a escribir, cuidar cada línea que traces hasta crear una pequeña obra de arte.
Porque en un mundo donde todos vamos con prisa, donde cada vez se escribe menos y cuando se hace casi todo parece letra de médico, escribir con plumas estilográficas es un regalo para los sentidos y una pequeña obra de arte al alcance de aquellos a los que les gusta disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
Y no, no debes sentirte un poco raro si has llegado hasta aquí preguntándote por qué escribir con pluma estilográfica. Cada vez están más de moda los cuadernos de caligrafía creativa, e incluso la famosa marca Rubio de cuadernos de escritura ha sacado ejemplares para aprender lettering, así que poner en pausa el mundo y disfrutar de nuevo de una escritura artesanal y bonita está cada vez más de moda. Por lo tanto, ya sabes, si te preguntan por qué escribes con pluma estilográfica, no dudes en tu respuesta: porque sí, porque te gustan las cosas bien hechas.