Los textos académicos, ya sean artículos, libros o publicaciones en revistas, están regulados por una serie de normas pensadas para darle uniformidad y cohesión a la literatura científica. Entre ellas destacan las normas APA, que es uno de los estilos o formatos más usados por la comunidad científica. Estas reglas permiten leer los textos, estudiarlos y aprovecharlos de forma más certera y sencilla. La aplicación de este tipo de normas cobra especial importancia a la hora de incluir citas en el texto, así como en el momento en que se incluyen apéndices (tablas, figuras…) o se redacta la bibliografía, pero no son los únicos aspectos de un artículo o libro que regulan las normas APA. ¿Quieres saber qué reglas de estilo debes seguir si quieres publicar tu texto académico? ¡Te lo contamos!
Antes de nada, merece la pena explicar un poco qué son las normas APA y de dónde vienen. Este conjunto de normas y reglas fue creado por la Asociación Americana de Psicología (APA) y su objetivo es “expresar las ideas con un mínimo de distracción y un máximo de precisión”. Este conjunto de normas se publicó por primera vez en 1952 y desde entonces ha habido varias actualizaciones del formato para adaptarse a los nuevos tiempos (formatos digitales, referencias de páginas webs, archivos en PDF, vídeos de Youtube, artículos de Wikipedia y un largo etcétera de citas posibles).
Como hemos mencionado más arriba, las normas APA cobran especial importancia cuando hablamos de citar fuentes o introducir referencias en un texto. Pero no son los únicos elementos de un texto académico que deben adaptarse al formato APA. De esta forma, también hay que tener en cuenta el formato a la hora de:
Dado el gran nivel de detalle del estilo APA, que regula casi todos los elementos de un trabajo académico, es más que recomendable usar plantillas para formato APA a la hora de empezar a elaborar un texto científico. Seguir estas normas es imprescindible para publicar en la gran mayoría de revistas especializadas, así como para presentar tesis doctorales, trabajos fin de grado y un largo etcétera de trabajos. Con una plantilla, gran parte del trabajo de formateo ya lo tendrás hecho, o, si lo prefieres, las plantillas pueden servirte de guía para comprender las normas APA y elaborar tú mismo tu propio documento.