Quiero trabajar en una editorial. ¿Alguna vez lo has pensado? Si te interesa la literatura y una de tus aficiones es leer, quizá lo hayas hecho más de una vez, y es que dedicar tu vida laboral a la industria del libro podría parecer un sueño hecho realidad para los amantes de la lectura. Y lo cierto es que este sector ofrece grandes oportunidades laborales a aquellos que deciden adentrarse en él, aunque sin duda el literario es un mundo complicado en el que cuesta hacerse hueco y encontrar una vida estable. Pero oye, que eso ocurre en todos los trabajos, por lo que si quieres trabajar en una editorial no te desanimes antes de empezar y lucha por lo que quieres. A continuación, vamos a aportar nuestro pequeño granito de arena a tu objetivo de trabajar en editoriales con algunas ideas y propuestas.
Si te estás planteando trabajar en una editorial, una pregunta fundamental que debes hacerte es qué hay que estudiar para trabajar en una editorial. En un negocio de este tipo es imprescindible la figura de un editor, que es el encargado de leer y valorar los manuscritos, supervisar las traducciones y correcciones, velar porque todo esté listo para la fecha de lanzamiento, etc., pero lo cierto es que para que una editorial funcione bien se necesitan otros muchos perfiles profesionales. Algunos de ellos son:
Además, en la era digital donde gran parte del marketing de las obras se hace online, resulta imprescindible que en una editorial alguien haga las funciones de community manager y desarrollador web. Y, por supuesto, dado que las editoriales son negocios, y sobre todo si llegan a convertirse en grandes grupos editoriales con una plantilla grande, es posible que se requiera también de un departamento legal, de un departamento de recursos humanos, otro de administración, etc.
Como ves, se puede empezar a trabajar en una editorial con perfiles laborales muy diferentes, pero en este artículo nos gustaría centrarnos más en los trabajos que resultan más específicos del mundo de la edición y creación de libros.
El editor de libros es clave en el entramado de una editorial. Muchas editoriales pequeñas nacen simplemente con la figura de un editor que subcontrata a otros profesionales para el diseño de la portada, la maquetación, la corrección, etc. El editor, como hemos dicho más arriba, es el encargado de leer un libro y decidir si se publica o no. Después controla el trabajo del resto de profesionales involucrados en la creación del libro (revisores, maquetadores, portadistas, ilustradores…) hasta que el libro ve finalmente la luz y supervisa el trabajo del equipo de marketing. Una editora o un editor deben conocer perfectamente el catálogo de la editorial en la que trabajan, para saber qué encaja en su línea editorial y qué no, y también deben tener un buen olfato editorial para detectar obras con potencial. Entre las carreras para poder trabajar en una editorial como editor, destacan todas las relacionadas con la literatura y la lengua castellana, periodismo, filología… Al buscar información sobre cursos para ser editor, hemos encontrado un curso impartido de forma conjunta con una de las grandes editoriales de España, y esta formación presta especial atención a los aspectos empresariales y de negocio (herramientas para conseguir proyectos rentables, conocer la oferta y demanda del sector, etc), al conocimiento profundo de la ficción y no ficción, así como de las claves y criterios de cada género, conocer las particularidades de la literatura minoritaria y de los bestsellers, etc. De esta forma, un editor debe conocer al detalle el panorama editorial en el que se mueve, qué se está publicando, qué modas hay, qué busca su editorial y qué pueden ofrecerle sus distintos autores. De hecho, se nos había olvidado comentar algo muy importante: el editor suele ser el principal nexo de unión entre la editorial y el escritor, con el que intercambia llamadas, reuniones, emails… Incluso es habitual ver que un editor acompaña a sus grandes autores a las presentaciones de libros más importantes.
Los traductores son los encargados de traducir un libro en lengua extranjera al idioma en el que publica la editorial. Estos trabajadores no suelen formar parte de la plantilla de la editorial, sino que trabajan para ella como traductores freelance. Suelen cobrar un precio fijo por palabras o páginas, y después llevarse parte de los royalties si la obra supera cierto número de ventas, aunque cada traductor negocia sus propias condiciones de trabajo con la editorial. Para ser un traductor editorial, existen grados de traducción, así como másteres de traducción literaria.
El maquetador es el encargado de dar formato al interior del libro. Este rol suelen realizarlo personas relacionadas con el diseño gráfico, pues la maquetación es clave en el diseño del libro, sobre todo si hablamos de libros de texto, de cuentos infantiles con ilustraciones, etc. Para cumplir esta función, los diseñadores gráficos se familiarizan con programas que les permiten maquetar revistas y libros con total profesionalidad, por lo que los diseñadores gráficos pueden hacer formaciones específicas para especializarse en la maquetación de libros.
Como has visto, el diseñador gráfico puede también dedicarse a la maquetación de libros, pero lo cierto es que si en una editorial lanzan una oferta de trabajo en la que busquen un diseñador gráfico, lo habitual es que deseen a alguien que pueda encargarse de las cubiertas de los libros. Las portadas son clave para vender ejemplares y por ello las empresas que se dedican a la edición le dan gran importancia a este perfil laboral. Además, estos profesionales también puede dedicarse a otras necesidades de diseño dentro de la editorial, como por ejemplo la creación de contenido visual para redes sociales y publicidad.
La figura del corrector es clave a la hora de publicar un libro. Algunas editoriales, sobre todo las que están empezando o las que necesitan recortar gastos, deciden prescindir de esta figura, y lo cierto es que la jugada suele salirles cara puesto que la profesionalidad de un corrector se nota con tan solo leer unas páginas de la obra. El corrector se encarga de revisar el manuscrito antes de que este sea maquetado y corrige los fallos ortográficos y de estilo. Los correctores no cambian la obra, ni le quitan la personalidad del autor, simplemente detectan errores y pulen la obra para que no haya incorrecciones ni erratas. Para ser corrector no vale simplemente con saber español, ni siquiera tener el grado en lengua y literatura española, sino que debe tener un curso de especialización que lo acredite como corrector y le permita revisar respetando la esencia del escritor original.
La figura del ilustrador no tiene por qué estar presente en todas las editoriales, pero en algunas de ellas sin duda es imprescindible. Las editoriales infantiles, por ejemplo, suelen trabajar mucho con ilustradores. Los ilustradores son los encargados de crear imágenes y diseños que acompañarán al libro, ya sea en la portada o en su interior. Además, si te preguntas cómo trabajar en una editorial de cómics como ilustrador, debes saber que este tipo de perfiles trabajan como autónomos dentro de estas editoriales, recibiendo encargos esporádicos. Y si eres un ilustrador con tus propios cómics, aquí encuentras algunas editoriales de cómics a las que enviar tu propuesta.
La figura clave de una editorial, y probablemente la más visible, es la del escritor. Ellos son los encargados de escribir el libro y crear el producto que después pasará por el resto de trabajadores de una editorial hasta que su manuscrito salga al mercado en forma de libro físico o digital. Los escritores no forman parte de la plantilla de una editorial, sino que trabajan de forma autónoma, cediendo los derechos de explotación de su obra. Lo habitual es que cobren royalties o derechos de autor un año después de la publicación de su libro, aunque algunos cobran de forma anticipada en concepto de adelanto de derechos de autor. Para ser escritor no necesitas unos estudios específicos, y si decides ponerte manos a la obra con la escritura de un manuscrito, en nuestra web ofrecemos un completo listado de editoriales que aceptan manuscritos para que pruebes a enviar tu obra.
Si quieres trabajar en una editorial como lector, también es posible. Puede parecer utópico que te paguen por leer, pero lo cierto es que es un trabajo complicado que necesita de gran concentración y capacidad de análisis. La función de un lector editorial es la de leer los manuscritos que les envía la editorial y valorarlos, creando un informe de lectura que después se envía al editor para que este pueda valorar, sin necesidad de leer el manuscrito, si le interesa dedicar más tiempo a esa obra o no. Las grandes editoriales suelen tener un comité de lectura que se dedica a esto y los lectores editoriales, tras leer la obra, deben crear una ficha técnica del manuscrito, elaborar un resumen detallado de la obra y redactar una valoración literaria y comercial. El lector editorial debe tener muy en cuenta qué clase de libros publica la empresa para la que trabaja, para saber si encaja o no en su catálogo. Al igual que suele ocurrir con otros muchos trabajos del mundo editorial, muchos de los lectores editoriales son trabajadores autónomos que, tras realizar su trabajo, emiten una factura a la editorial.
¿Existe una carrera para esto? Por supuesto que sí, y es que se necesitan grandes conocimientos legales para gestionar y asesorar sobre derechos de propiedad intelectual, revisando contratos, fijando clausulas, negociando para la venta de los derechos a otros idiomas u otros formatos (audiolibros, películas, etc.). Además de estar graduado en Ciencias Sociales y Jurídicas o en Derecho, existe una especialización como el Máster en Propiedad Intelectual. Lo cierto es que no todas las editoriales cuentan con un gestor de derechos, solo las más grandes, aunque aquellos profesionales que se especializan en gestión de derechos también pueden trabajar en agencias literarias velando por los derechos de los autores que firmen con dicha agencia.
Ahora que ya sabes qué perfiles profesionales buscan en las editoriales y qué puedes estudiar para cumplir los requisitos para trabajar en una editorial, llega la temida pregunta de ¿cómo empezar a trabajar en una editorial? En este aspecto, las editoriales son muy similares a cualquier otra empresa y la clave está en echar currículums, aprovechar oportunidades estando siempre alerta a posibles ofertas de trabajo, y acudir a eventos y actos donde puedas conocer gente del sector. Te sorprendería la cantidad de congresos de romántica, eventos de literatura infantil, encuentros de novela negra y otro largo etcétera de actividades a las que acuden no solo lectores, sino también escritores, editores, traductores y otros profesionales del sector editorial. Y sí, el networking funciona, porque los contactos son muy importantes, y conocer a alguien dentro de una editorial antes de presentar tu currículum puede marcar la diferencia. Incluso la interacción con personas del mundo editorial a través de redes sociales puede ser un primer paso para empezar a trabajar en una editorial.
Algunas editoriales que ofrecen información sobre qué ofertas de empleo tienen disponibles o cómo contactar con ellos para hacerles llegar el currículum son las siguientes:
Estos son solo algunos ejemplos de editoriales que ofrecen información sobre cómo hacerles llegar tu candidatura. Por suerte, tienes muchas editoriales con las que puedes contactar si quieres dedicar tu vida laboral a los libros. En nuestra web contamos con un completo listado de editoriales españolas y de otros países, aunque ya te adelantamos que lugares a los que enviar tu currículum vas a tener unos cuantos, pues en España hay más de 3.000 empresas editoriales activas.
¡Mucha suerte con tu objetivo de trabajar en una editorial!