Cárcel de tinieblas
Cuando en mayo de 2024 se presentó, La ciudad sin luz, la primera entrega de un descomunal proyecto literario titulado Mil ojos esconde la noche, la reacción de crítica y público fue instantánea y unánime: asombro y admiración. En sus casi ochocientas páginas, Juan Manuel de Prada ofrecía, en un recital estilístico en el que se superaba a sí mismo, las peripecias de Navales, el perfecto antihéroe, (protagonista de su novela Las máscaras del héroe), en los dos primeros años de la ocupación de París por los nazis. Una novela que dejó a los lectores con ganas de más.
De Prada, utilizando el argot taurino, remata la faena en otras ochocientas páginas, las que ahora se presentan con el título Cárcel de tinieblas. De forma minuciosa, apoyado en un aparato documental extraordinario, el autor se convierte en nuestro guía en la ciudad ocupada, que va siendo carcomida por las sombras, lo mismo que la constelación de personajes presentados en la primera parte. En esta segunda entrega de la novela, Navales pugna por redimirse y derrotar el veneno del mal que lleva dentro, lo cual lo coloca en los límites de la locura, en una lucha constante con su tendencia natural.
En los dos años que quedan para la liberación de París, los miembros de la comunidad de artistas españoles exiliados, pasan de trampear a malvivir, llevando existencias cada vez más tenebrosas: por las páginas de esta novela desfilan personalidades tan conocidas como Picasso, César González Ruano, Gregorio Marañón, Victoria Kent o Ana María Martínez Sagi. Todos ellos componen un elenco cuya deriva que empezó como una novela picaresca, deviene en tragedia, fatalmente atravesada por uno de los momentos más cruciales del siglo XX.
Prada, utilizando el argot taurino, remata la faena en otras ochocientas páginas, las que ahora se presentan con el título Cárcel de tinieblas. De forma minuciosa, apoyado en un aparato documental extraordinario, el autor se convierte en nuestro guía en la ci
Juan Manuel de Prada (1970) es un escritor español que también ejerce como crítico literario y articulista.
Publicó su primera novela en 1996, titulada “Las máscaras del héroe”, aunque antes ya se había estrenado con relatos breves ("Un mundo espectacular" [1991] y "Coños" [1994]).
En 1997 obtuvo el Premio Planeta con “La tempestad” y en 2003 también fue Premio Primavera con “La vida invisible”.